200 FOTOGRAFÍAS EN PROTESTA POR LA CATALANIZACIÓN DE LAS CALLES DE PALMA
El 25 de agosto


Los ciudadanos de Palma han denunciado con el envío de más de 200 fotografías, hasta el momento, la progresiva catalanización de los nombres tradicionales mallorquines de las calles de Palma, y la eliminación de las calles que quedaban escritas en la lengua cooficial de Baleares, el castellano, dejando en evidencia las falsas, absurdas y sectarias razones expuestas por la Concejal de Cultura, Patrimonio y Política Lingüística del Ayuntamiento de Palma, la nacionalista Nanda Ramón, para intentar justificar el mayor despropósito cultural emprendido por un consistorio palmesano.
La Sra. Nandal Ramón no consigue ocultar con un cinismo sin precedentes el sectarismo que define al nacionalismo catalanista. A raíz de la campaña emprendida por el Círculo Balear (CB), que han supuesto miles de protestas recibidas en el consistorio, la Sra. Ramón reconoció ante los medios de comunicación que: "la forma oficial de los nombres de las calles de Palma tiene que ser en catalán estándar", considerando intolerable que "después de 30 años aun queden en nuestras calles nombres en castellano". Para la Sra. Ramón, estas afirmaciones son compartidas por todos los grupos políticos, incluidos PSOE y PP, y por todos los vecinos y grupos de opinión. Es evidente que el PSOE de Aina Calvo comparte las directrices del catalanismo sectario de la Sra. Ramón, y el PP no ha realizado movimiento alguno en su contra. Pero es falsa la afirmación de que los vecinos y grupos de opinión lo asumen. De hecho, el grupo mayoritario de opinión, que ha movilizado a unas 20.000 personas en Palma afectadas por el catalanismo excluyente y el Círculo Balear, no está, en absoluto, de acuerdo. Y los vecinos afectados por los cambios de nombre también se han quedado, cultural y económicamente. Como ejemplo significativo de esto último, el pasado 25 de mayo, la Asociación de Vecinos de La Seu (del "barrio antiguo de Palma", ese en el que, según la Sra. Ramón, tienen "prioridad absoluta los nombres tradicionales" que hay que "salvaguardar"), entregó más de 250 firmas para que no se cambiara el nombre tradicional de la calle "Zanglada" por "Can Anglada", haciendo caso omiso a los vecinos afectados y constando esta última como la "oficial". Por todo ello le indicamos a la Sra. Nanda Ramón, que su obsesión catalanizadora, que intenta justificar, sin éxito, mediante tergiversaciones históricas y falsos consensos, está costando mucho dinero a unos sufridos vecinos que no han solicitado cambio alguno de nombre. Vecinos que no dudaran en pasar factura electoral a quienes han provocado semejante y costoso desaguisado. Por otra parte, se echa en falta que los grupos políticos no nacionalistas con representación en el consistorio, como el PP, respalden a los ciudadanos ante los problemas que crean políticos que no están a la altura de las circunstancias
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